Los asesinos del emperador – Santiago Posteguillo

Zaragoza, España. Imagen tomada por mi.

El verano pasado, caminando por el centro de Zaragoza, España, pasé al lado de una librería, y de reojo vi el nombre Santiago Posteguillo. Dí unos dos pasos más, mientras mi cerebro se daba cuenta de que el nombre de ese autor estaba indexado en mi memoria.

Por ahí del 2008, buscando libros interesantes en una librería en la delegación Coyoacan del DF (así se llamaba), y recientemente después de haber leído una buena novela histórica acerca de Anibal, encontré un libro de un tal Santiago Posteguillo, llamado “Las legiones malditas”. El libro resulto ser excelente. Básicamente cuenta como Escipión venció a Anibal con unas legiones que habían sido casi aniquiladas por este último y que como castigo estaban estacionadas en la recóndita isla de Sicilia. Este libro es el segundo de la trilogía de Escipión. Así que me tuve que leer el primero, llamado “Africanus: el hijo del cónsul”, que de igual manera, resulto ser muy bueno. Después tuve que esperar unos meses o quizá un año a que saliera la tercera entrega de la trilogía titulada “La traición de Roma”, que tampoco me decepcionó.

Bien, pues el libro que estaba exhibido en la vitrina de la librería de Zaragoza, resulto ser la tercera parte de la trilogía de Trajano. Así es, tres libros tamaño Posteguillo fueron escritos sin que me enterara. Pero eso no se iba a quedar así, tenía al menos que comprar el primero de la trilogía titulado “Los asesinos del emperador“, solo que no quería comprarlo de inmediato, porque mi viaje por España empezaba y no quería tener que hacer mi recorrido cargando dos kilos extra, ya que ese libro no lo iba a comprar de bolsillo para leerlo y aventarlo después. Ese libro es digno de exhibirse en mi biblioteca personal, al lado de los otros tres.

Vista a la Alhambra y a la Sierra Nevada desde Granada, España. Imagen tomada y editada por mi.

La última ciudad que visité fue Granada, y resulto que ese último día de viaje se celebraba a algún santo, o santa, o algo así; lo cual era motivo para que muchos negocios estuvieran cerrados. Afortunadamente, después de recorrer las calles del centro de Granada buscando una librería abierta, encontré una pequeña librería que lo estaba y además tenía la versión que yo estaba buscando; ¡Roma victor!, lo había conseguido.

Y por cierto, hablando de romanos, el nombre de la ciudad de Zaragoza proviene de las palabras Cesar Augusto, e incluso adentro de un centro comercial en dicha ciudad hay una estatua muy bien hecha de él que parece\es de plástico. Una mejor, pero más chica, se encuentra en el centro de la ciudad, cerca del rio Ebro.

Estatua de Cesar Augusto en Zaragoza, España. Imagen tomada y editada por mi.

Por aquel tiempo, cuando compré el libro, estaba leyendo algunos otros libros, por lo cual, “Los asesinos del emperador” tenía que esperar a ser leído por mi.

Portada del libro “Los Asesinos del Emperador” de Santiago Posteguillo.

Durante ese tiempo de espera un muy estimado amigo estaba en Italia, entre otras cosas, conquistando italianas y redefiniendo las teorías electromagnéticas, abusando de los materiales existentes, ya que estos suelen resistirse al libre paso de los electrones. Así que nos quedamos de ver en Roma, ciudad que ninguno de los dos conocía.

Roma es espectacular, años y años de historia, la comida, el idioma, la vida nocturna, y tantos edificios históricos, tantos, que muchos se quedan como eso, el coliseo, el no se que y el no se cual, ¡que lástima no haber leído el libro antes de mi visita a Roma!

Roma, Italia, verano del 2016. Imagen tomada y editada por mi.

Resulta que “Los asesinos del emperador” se sitúa en la época de la dinastía Flavia, es decir los emperadores romanos Vespasiano, Tito y Domiciano, y fueron justo ellos los que construyeron el Coliseo, también llamado anfiteatro Flavio.

Anfiteatro Flavio. Roma, Italia, verano del 2016. Imagen tomada y editada por mi.

El libro cuenta como llegó Vespasiano a ser emperador, después de un año donde había habido guerra civil y desordenes tales que hubo cuatro emperadores (Galba, Otón, Vitelio y finalmente Vespasiano). Además relata como Tito, hijo de Vespasiano, conquista Jerusalén, y es con los tesoros del templo de esta ciudad que se construye el anfiteatro. Se entera uno que el anfiteatro sufrió remodelaciones ordenadas por Domiciano, también hijo de Vespasiano, y como fue que Domiciano llegó al poder.

Sótanos del Coliseo, que hoy están al aire libre. Imagen tomada y editada por mi.

Una de las remodelaciones que mando a hacer Domiciano fue la parte subterránea del coliseo, donde se enjaulaban a los animales y desde dónde salían estos a comerse a los pobres gladiadores o condenados a muerte.

 

Es entonces, gracias a Domiciano que fue posible la grabación de la heroica escena de la película Gladiador, donde Russel Crowe lucha contra un tipo y sus tigres.

Una de las historias del libro, es la historia de un gladiador, y a través de esta historia se puede uno dar una idea de lo que sucedía en el Coliseo y la crueldad de la que es capaz el ser humano.

Se me hizo muy larga la parte del imperio de Domiciano, quizá por que se le presenta como un tirano que cometía muchas injusticias, destruía la vida de la gente, propiciaba la corrupción y mandaba matar al que se le ocurriera (incluso peor que en las épocas prinosáuricas).

El libro describe la vida en la antigua Roma, y como los personajes del libro se mueven de un edificio a otro en la ciudad. Haber leído el libro antes de visitar el Palatino hubiese sido maravilloso, ya que hubiera podido identificar cada uno de los edificios de los cuales hace mención el libro, como el templo de Vesta, el Arco de Tito, el templo de Tito y Vespasiano, etc. Al leer el libro resulta muy curioso que los personajes se encomiendan a los dioses romanos antes de una batalla (¡Por Júpiter, por Roma, por el emperador…!) y ese detalle es justamente algo que me llamó particularmente la atención al estar en el Palatino, el ver como era una ciudad de antes de Cristo. Sin iglesias, y sin las creencias que hoy han invadido buena parte del mundo. De acuerdo al libro los emperadores alcanzaban la divinidad al morir, y se les hacían templos donde se les rezaba antes de iniciar campañas militares.

En la época donde se centra el libro, Roma aun no alcanzaba su máximo tamaño en cuanto a la superficie que controlaba, entonces uno tiene la oportunidad de conocer a algunos pueblos y a sus gobernantes, antes de ser sometidos, por ejemplo los dacios y el rey Decébalo, que vivían en una región llamada Dacia, que corresponde a varios países modernos, entre ellos Rumania, donde se encontraba su capital de nombre Sarmizegetusa.

El libro es parte de la trilogía de Trajano, y éste y su familia aparecen a lo largo del libro, sin llegar a jugar el rol principal, pero al final de cuentas de esta forma se logra presentar la situación y forma en la cual Trajano llegó a ser emperador, el primero que no nacido en Roma.

Después de haber leído cinco libros de Santigiago Posteguillo, buscar por curiosidad información referente a los hechos que se presentan en el libro y corroborarla, y ver entrevistas que le han hecho al autor, me doy cuenta del trabajo de investigación enorme que representa este libro. Sin duda, “Los asesinos del emperador“es un gran libro que merece la pena ser leído, y del cual se puede aprender mucho de la historia de la civilización occidental de una forma muy entretenida.

Autor: Arturo González

mexicano, ingeniero, programador

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